viernes, 20 de abril de 2018

La impaciencia una peligrosa ladera


¿En quién puedo confiar mis variables estados emocionales?
En Dios Todopoderoso: “Es que ya no puedo esperar maestro, Eulogia no se quiere sujetar.  He sufrido esto mucho tiempo sabio Gaudencio, desde novios ella ya mostraba problemas. Pero me ha tocado todo este tiempo entenderla. A usted se lo digo, mire cómo he sufrido. Ahora, ya no aguantó más, ¡la voy a tener que dejar!”—dijo en tono emocional y muy serio, el joven Aurelio. El sabio así con amor le contestó: “La impaciencia y el deseo de controlar a los demás, te llega bastante a afectar. De ahí a la autocompasión pasas sin ninguna razón. Y luego cómo nacen en ti esos resentimientos. Sólo te queda por hacer una cosa: como lo hago yo, pues ¡mi alma en Dios reposa!” Cuentos del Reino; Daniel Aragón, “Mi alma en Dios reposa”; 19-04-2018.

La impaciencia es una muestra del deseo de controlar todo lo demás: Personas, eventos, sucesos.  Y eso no es posible, no está en nuestra capacidad poderlo realizar. Esto nos lleva generalmente a conmiserarnos, pues con la impaciencia nos frustramos.  Luego, nace fácilmente el resentimiento y eso, en un momento andamos cargando. Por ello, debemos aprender a esperar y reposar en Dios: “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.  Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio” Sal.62:5-7.

Padre, en Ti reposa mi alma, porque Tú eres ese refugio que me calma, me da paciencia y esperanza. Por eso, en Ti alejo ese estado emocional impacientarme, para luego auto conmiserarme, para no sembrar en mi alma la frustración y el resentimiento, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. feliz día en el Señor.

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