¿Qué debemos de
dejar definitivamente?
La ira, el enojo: “Gaudencio
siguió dándole a Eulalio el consejo, esta vez le habló de la ira: “Esta emoción
la experimentamos en demasía haciéndonos altamente peligrosos y desagradables a
otros. Y cuando usamos sustancias nocivas para encontrar la alegría, lo que
aparece es un grave descontrol de la ira. No es casualidad que los alcohólicos
y otros adictos en su gran mayoría vayan a parar a las cárceles y hospitales.
Cantidad de seres queridos nuestros lastimados de diferentes maneras ya sea
física, mental, y/o emocionalmente por nuestros actos injustificados de ira
descontrolada e impulsiva. Mas con Dios aprendemos a desechar la ira y apartar
el enojo” Cuentos del Reino; Daniel
Aragón; “La ira a hacer lo malo te inclina”; 09-04-2018.
En otras palabras,
la ira nos empuja de alguna manera, a realizar lo malo. A través de la ira, nos
volvemos violentos, injustos, intolerantes, resentidos y abusivos, acentuando
con esto nuestra soledad y el rechazo de otros.
La meditación y la oración, el conocerse a sí mismo, son herramientas
que permiten controlar la ira destructiva e impulsiva. Dios nos ordena: “Deja la ira, y desecha el enojo; No te
excites en manera alguna a hacer lo malo.” Pr.37:8.
Padre, desecha en
mí la ira, el enojo y el total descontrol emocional. Que la
paz y la amabilidad sean los dones que Tú me das, para mi ira controlar. En el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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