miércoles, 11 de septiembre de 2019

Ni seas sabio en exceso


¿Qué debemos de evitar?
Los extremos: “Aureliano exponía su problema ante el sabio: “Mi problema fue que siempre extremista quise ser. Me consideraba demasiado justo y ante los problemas que se suscitaron, a mí para mediar me llamaron. Pero durante el proceso salí más bien molesto al ver a tanto deshonesto”—le confesó con sinceridad. El maestro Gaudencio le dijo con amabilidad: “El problema nuestro es que siempre nos vamos a los extremos. Nos gusta ser radicales y es ahí donde nos salimos realmente del buen cauce” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Equilibrio emocional, no extremismo radical”; 11.09-2019.

Nosotros sufrimos estados emocionales extremos: o muchas veces estamos deprimidos, o bien nos sobrecoge una euforia sin límites. Quizás, nos consideramos súper justos, o por el contrario el pecador más empedernido. A lo mejor podemos estar creyendo que somos los súper sabios, o los ignorantes más connotados. Lo que necesitamos es la sobriedad emocional y eso quiere decir ser equilibrados. Por eso el Señor nos aconseja: “No seas demasiado justo, ni seas sabio en exceso. ¿Por qué has de destruirte?” Ecl.7:16.

Padre, estar en los extremos causa en mí la autodestrucción; permíteme recordarme que debo de actuar no sólo con justicia, sino también con misericordia y benevolencia; saber que no soy ningún sabio, eres Tú quien me guías hacia la sabiduría en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón; Feliz día en el Señor.

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