miércoles, 12 de julio de 2017

¿De qué también tenemos consecuencias?
Aún de nuestra indiferencia: “4. Camino por la calle. Hay un pozo en la vereda. Le paso por el costado. Luego, después de pasar, escucho que alguien grita -debe haberse caído en el pozo. La calle quedó clausurada, y ya no pude seguir adelante.”  Paulo Coelho, Reflexiones Diarias; “Las cinco actitudes diferentes”; pág.70.

Es común que nosotros, habiendo aprendido en base a experiencias pasadas, no queramos compartir o ayudar a otros en una problemática o situación de la cual nosotros hayamos salido.  Nuestra indiferencia y nuestra falta de servicio y de ayuda a los demás, tiene un precio para nosotros de una u otra manera.  Porque Dios (quien pesa los corazones), sabe que, si alguien cae en un pozo que yo ya caí, pero que no advertí a otros del peligro del mismo, de alguna manera también me va a afectar a mí.  Por eso, brinda tu consejo, tu testimonio, advierte, alerta y redarguye en todo tiempo. “Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones?  El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.”  Pr.24:12.

Padre, por eso tu voluntad desea que ayudemos a otros al advertirles de los peligros que existen por caer en un pozo, cualquiera que sea el tipo de este hoyo.  Cuando damos nuestro testimonio a otros, le brindamos nuestro fondo con el fin de evitar que ellos lleguen hasta ahí.  Esto trae bendiciones para nosotros, pues estamos haciendo tu voluntad en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario