lunes, 3 de julio de 2017

¿Qué somos, cuál es mi identidad?
Soy hijo (a) de Dios: “¡Qué horror, qué horror!  A mis cuarenta años—se quejó Eulalio—todavía no sé quién soy.  Sé mi nombre, e hijo de quiénes soy, pero realmente eso a mí no me da satisfacción.  No me determina un propósito, no me indica quién realmente soy”.  El sabio Gaudencio quien lo escuchaba atento, le expresó muy contento: “La identidad, una afirmación de la ontología, es importante porque con ella determinamos la calidad, y la manera, de ver y vivir la vida.  Nos ayuda a responder las preguntas de la filosofía: ¿De dónde vengo, ¿dónde estoy y para dónde voy?  ¡Yo puedo afirmar que soy un hijo de Dios!” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Soy un hijo de Dios”; 02-07-2017.

Conocer mi identidad me permite apreciar y respetar mi individualidad; aprender a amarme, aceptarme y luchar por lo que soy.  Hace posible que pueda expresar sin temor mi naturaleza exacta, y, darle un propósito a mi vida.  Me abre la oportunidad de aceptar la individualidad de los demás y apreciar este regalo de Dios que soy yo, para desarrollar mi potencial.  “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.”  1Jn.3:2.

Padre, sé por tu Palabra que soy tu hijo, hecho a la imagen y semejanza de Jesucristo.  Sé también que soy aún imperfecto, pero llegará el momento en que seré tal y como Jesucristo es, para la exaltación de tu gloria.  En el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón, feliz día en el Señor. 

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