miércoles, 26 de julio de 2017

¿Qué sucede cuando le servimos a Jehová?
Bendice nuestro pan, nuestras aguas y además nos quita toda enfermedad: “Pero al fin llegó la hora en que él se dio cuenta de que yo no iba a figurar entre sus afortunadas excepciones. El iba a tener que acompañarme a mí y a mi esposa, Lois, mientras atravesáramos ese último tramo de mi camino alcohólico. Muy característicamente, encontró el valor para decirnos, comedida y francamente, la pura verdad. Ni por mis recursos, ni con la ayuda de los suyos, ni por otro medio que él supiera, yo no podría dejar de beber; en un espacio de un año, tal vez, me tendrían confinado en un manicomio, o yo habría sufrido unas graves lesiones cerebrales o estaría muerto.”  Bill Wilson; El Lenguaje del Corazón”; pág. 244

La promesa es de Él.  Si le servimos tendremos garantía de la comida y la bebida, pero también de algo mucho más grandioso: Quitará de nosotros toda enfermedad.  Bill Wilson fue sanado de esa terrible enfermedad incurable. Lo que no pudo hacer el ser humano con limitada ciencia lo pudo hacer Dios y Bill Wilson le sirvió toda su vida.  En mi caso, he sido sanado de toda enfermedad por mi Señor.  En los últimos siete años no he visitado para nada a ningún médico (antes lo hice por una gripe en diez años), ni padezco (ni padeceré) de ninguna de las enfermedades modernas: hipertensión, diabetes, corazón, etc.  De ninguna: “Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.”  Exo.23:25.

Padre, gracias porque Tú eres nuestro sanador, eres quien bendice nuestro pan y nuestras aguas, quien además cura toda enfermedad entre nosotros.  Que la disposición de servirte siempre esté en nosotros para tu gloria, en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

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