miércoles, 27 de junio de 2018

Bienaventurados los que lloran


¿Quiénes recibirán consolación?
Los que lloran: “Fue algo increíble maestro, porque en un momento, todo cambió. Pasé de echarle la culpa al Señor de todo lo que me pasó, a llorar como un niño y pedirle perdón. Porque en mi soberbia pensaba, que todo lo malo que había vivido, Dios me lo mandaba. Pero de pronto fui tocado y lloré desesperado.”—contó Eustaquio a su maestro Gaudencio. “Bienaventurado eres hijo, porque todos los que lloran con ese lloro de arrepentimiento, serán consolados por el gran Maestro.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Bienaventurados los que lloran por el Señor”; 26-06-2018.

Esta segunda bienaventuranza está supeditada a la primera. Aceptar que somos pobres de espíritu conlleva arrepentimiento y cuando somos tocados por el Espíritu Santo, entonces lloramos. Porque no se trata del lloro de los incrédulos cuando pierden o fracasan en algo; tampoco el llanto de los hombres cuando lamentan sus desgracias. Menos cuando alguien fallece o sufren un accidente. Este lloro es bienaventurado cuando somos tocados en algo que el Espíritu Santo nos convence, ya sea de pecado, ya de justicia o de juicio. “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.”

Padre, cuando tu Santo Espíritu me toca y lloro por arrepentimiento por algún error, porque estaba sin pleno conocimiento de algo, o porque he sido soberbio; o tan simple, por saberme ante tu Inmensa Presencia, sé que tengo por Ti ese consuelo en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.


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