De la corrupción
que nos ha afectado este mundo: “Estoy confundido realmente, ¿debo aceptar
mis fracasos sin hacer para mejorar algo? ¿Debo aceptar mi enfermedad sin tener
que luchar?”—se expresó todo serio el joven Aurelio. Gaudencio, como siempre,
le habló casi sonriente: “La raya de la aceptación de las cosas es tan angosta,
tan pequeña, que puede confundirnos a toda costa. Por ejemplo, tienes éxito
material, el buen nivel has conseguido: Perfectamente puedes llegar a aceptar
que todo ha sido hecho por ti mismo. Recuerda que ahora tienes un Poderoso
aliado, el Espíritu Santo a ti entregado. Y qué decir de Jesucristo, quien
todos nuestros errores sobre sí, ha cargado.
Y nuestro Padre celestial que buena sabiduría para poder discernir, nos
puede dar.” Cuentos del Reino; Daniel
Aragón; “Dios nos libra de todo mal”; 09-06-2018.
Qué
fácil nos resulta frustrarnos. Hay lugar para la frustración por personas, por
ciertos comentarios, por actitudes, por circunstancias o sucesos que no queremos.
Tras la frustración viene la amargura. Y con la amargura los errores
conscientes o inconscientes. Gracias debemos dar a nuestro Dios y Señor quien
es Él quien nos libra de esta amargura y posterior corrupción. “He aquí, amargura grande me sobrevino en
la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste
tras tus espaldas todos mis pecados.” Is.38:17.
Padre,
sólo Tú puedes liberarnos de aquellas cosas y sucesos que aceptamos o que no
aceptamos, y que no estaban en correspondencia con tu voluntad; porque
correspondían a la filosofía de este mundo. Te pido perdón por todos mis errores y te doy gracias porque en Cristo has
librado mi vida de este hoyo de corrupción. En el nombre de Jesús, el Señor. Amén.
Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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