¿Qué quiere el
Señor que rasguemos?
Nuestros
corazones: “Aurelio estaba tomado.
Así lo encontró Gaudencio, llorando y conmiserándose. Ahí sentado en el parque
a la orilla de un árbol, se quejó como espanto: “Sufro, duele. No lo soporto. Por
eso bebo para olvidar mi sufrimiento. Ayúdame Gaudencio”—suplicó entre
sollozos. El sabio susurró despacio: “Aurelio, tu petición es no sentir dolor,
pero no quieres arrancar la causa del mismo de un solo jalón. Es más fácil para
nosotros aguantar y llorar que querer sufrir el cambio total. ¿Quieres eliminar
tu dolor? Tienes que arrancar de un solo tirón aquello que lo originó. Y para
eso, sólo Dios nuestro Señor lo puede lograr, pues Él es quien conoce nuestro
corazón. No te quejes ni conmiseres, rasga tu corazón y no el vestido exterior.”
Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Rasgar
nuestro corazón y no el vestido exterior”; 03-06-2018.
La solución a
nuestro dolor está en el Señor. Pero, para eso, tenemos que rendirnos a Él, confesarnos
débiles e impotentes; aceptar nuestra condición de pecadores y reconocer que
sin Él nada somos. Pero hacer eso no queremos. Porque nuestro ego está ahí para
impedirlo. No queremos dejar de tener el control y someternos, sujetarnos a la
voluntad del Señor nos causa pavor. Por eso sólo estamos dispuestos al cambio,
cuando el dolor se nos hace insoportable, y reconocemos que necesitamos su
ayuda; sólo así rasgamos nuestro corazón para buscar de Dios: “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros
vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y
clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del
castigo.” Joe.2:13.
Padre, Tú eres
quien cambia nuestros corazones para quitarnos aquellos pecados, defectos y
actitudes que te ofenden y que nos dañan, causándonos dolor. Sólo Tú eres quien puede arrancar de un
solo tirón, la causa de nuestro dolor, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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