¿Qué son nuestras
justicias ante Dios?
Como trapos de
inmundicia: “Todos
nosotros cometeremos errores, algunos reparables y otros no. A menudo nos
encontraremos con fracasos - a veces por accidente, a veces causados por
nosotros mismos, y aun otras veces provocados por la injusticia y la violencia
de otra gente. La mayoría de nosotros llegaremos a alcanzar algún grado de
éxito material en el mundo, y en cuanto a esto, el problema del tipo apropiado
de aceptación será verdaderamente difícil. Luego se presentarán la enfermedad y
la muerte. ¿Cómo podremos aceptar todas estas cosas?” 03-1962; William Wilson; “El
Lenguaje del Corazón”; “¿Qué es la aceptación?”; pág.270.
Difícilmente
aceptamos cometer errores y reconocer nuestros fracasos. El problema es que
siempre nos consideramos tener la verdad y la justicia con nosotros. De ahí que
nuestra justicia enarbolada ante un determinado problema es vacía y oscura. Pero
no queremos aceptar las injusticias y las formas violentas que se expresan en
otra gente; ¿y las nuestras? ¿Nos acordamos de ellas? Cuando nosotros deseamos
que las personas actúen y hagan lo que nosotros consideramos es justo, ya
estamos siendo injustos porque queremos ocupar el lugar de Dios. “Si bien todos nosotros somos como
suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos
nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.” Is.64:6.
Padre,
aceptar tantas cosas que no me gustan de las personas de este mundo, es llegar
a encontrar la paz en Ti. Pero Tú nos invitas a amarlas aún, a perdonarlas y
muchas veces esto nos trae frustración y congoja. Pero cuando me acuerdo que “mis justicias” son como suciedad delante de
Ti, entonces puedo llegar a aceptarlas con tu ejemplo, amor y ayuda, en el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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