¿En el día del mal
y de la angustia, dónde he de ocultarme?
Dios es mi
escondedero: “Estoy
sumamente agobiado, estas circunstancias me tienen afectado. Cómo me gustaría
que ellas cambiaran, así estaría yo con más calma.”—se quejó Eulalia ante
Orquídea. La buena amiga la tomó y la abrazó, y así le aconsejó: “Eulalia, para
que te sientas bien, no es necesario que cambien las circunstancias. Cuando nos
sintamos muy mal, debemos de saber en dónde nos hemos de refugiar. Si sentimos
miedo, o tememos a algún peligro, repite conmigo: Dios está conmigo, Él me
esconderá en el día del mal, me ocultará de mis enemigos, y luego la victoria
me dará. Sobre una Roca en alto me pondrá” Cuentos
del Reino; Daniel Aragón; “Dios está conmigo, me ocultará de mis enemigos”;
14-06-2018.
No
son las circunstancias las que deben de cambiar; es nuestra actitud ante ellas.
Y nuestra actitud cambia cuando nos enteramos de que Dios es quien está con
nosotros y nos protege de todo mal que este mundo quiera a nosotros afectar. Cada
día nos enfrentaremos a problemas y muchas veces estaremos en alguno que se
prolongue. Debemos de estar y sentirnos en todo tiempo seguros, pues es nuestro
refugio y escondedero. “Porque él me
esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su
morada; sobre una roca me pondrá en alto”. Sal.27:5.
Padre,
miraré hoy y veré hacia adelante. NO miraré para atrás, porque sé que Tú me guías y me escondes de aquellos que quieren mi mal.
Estoy en tus planes y propósitos, soy tu escogido (a) mi Rey, por tanto, en Ti
tengo refugio y Tú me pondrás en alto. En
el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.
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