¿Además de dar,
qué debemos esperar?
Que también
recibiremos: “El
profesor habló a su clase: “Muchos de nosotros estamos dispuestos a dar, pero
no a recibir de los demás. Les digo: eso es orgullo, es vanidad. ¿Y qué si te
ofrecen cosas sencillas? Una pequeña ofrenda, un pedazo de pan, una tortilla. Y
qué decir de un abrazo, un gracias o una sonrisa franca. Algunos de nosotros quizás vamos a decirle a
los demás, “no gracias”. Porque ¿sabes? Si no te aceptas a ti mismo, no vas a
aceptar nada de los otros, y tus excusas serán siempre lo mismo. No dar a los
necesitados es pecado, también lo es no recibir de aquellos que te ofrecen
algo. Tú recibes bendición cuando das, tú les quitas la bendición cuando le
rechazas lo que te quieren dar los demás”—expuso a sus pupilos Gaudencio, el
sabio maestro.” Cuentos del Reino; “Preparados
para aceptar lo que te dan”. 06-06-2018.
Negarse
a recibir de los demás, es un asunto tan común en muchos de nosotros los
cristianos. Pensamos que la persona que nos ofrece algo, “ese algo” no lo
necesitamos. Con eso demostramos en diversas circunstancias: orgullo,
obstinación, falta de sensibilidad y prejuicio irracional. Recuerda este
pensamiento: “El puño cerrado, nunca
recibe”; y esta alegoría es real y contundente. Puño cerrado implica:
agresividad, violencia, intolerancia, prejuicio, etc. La ley es dar y se os
dará: “Dad, y se os dará; medida buena,
apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma
medida con que medís, os volverán a medir.” Lc.6:38.
Padre,
destruye todo orgullo, obstinación y prejuicio en mí, que impidan tener la
capacidad de recibir. Que siempre tenga
en cuenta que Tú bendices al que da, por lo tanto, si me niego a recibir de
quien me dé, le estoy quitando la bendición, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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