jueves, 7 de junio de 2018

Puño cerrado nunca recibe


¿Además de dar, qué debemos esperar?
Que también recibiremos: “El profesor habló a su clase: “Muchos de nosotros estamos dispuestos a dar, pero no a recibir de los demás. Les digo: eso es orgullo, es vanidad. ¿Y qué si te ofrecen cosas sencillas? Una pequeña ofrenda, un pedazo de pan, una tortilla. Y qué decir de un abrazo, un gracias o una sonrisa franca.  Algunos de nosotros quizás vamos a decirle a los demás, “no gracias”. Porque ¿sabes? Si no te aceptas a ti mismo, no vas a aceptar nada de los otros, y tus excusas serán siempre lo mismo. No dar a los necesitados es pecado, también lo es no recibir de aquellos que te ofrecen algo. Tú recibes bendición cuando das, tú les quitas la bendición cuando le rechazas lo que te quieren dar los demás”—expuso a sus pupilos Gaudencio, el sabio maestro.” Cuentos del Reino; “Preparados para aceptar lo que te dan”. 06-06-2018.

Negarse a recibir de los demás, es un asunto tan común en muchos de nosotros los cristianos. Pensamos que la persona que nos ofrece algo, “ese algo” no lo necesitamos. Con eso demostramos en diversas circunstancias: orgullo, obstinación, falta de sensibilidad y prejuicio irracional. Recuerda este pensamiento: “El puño cerrado, nunca recibe”; y esta alegoría es real y contundente. Puño cerrado implica: agresividad, violencia, intolerancia, prejuicio, etc. La ley es dar y se os dará: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.” Lc.6:38.

Padre, destruye todo orgullo, obstinación y prejuicio en mí, que impidan tener la capacidad de recibir. Que siempre tenga en cuenta que Tú bendices al que da, por lo tanto, si me niego a recibir de quien me dé, le estoy quitando la bendición, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario