jueves, 3 de enero de 2019

Desataste mi cilicio y me ceñiste de alegría

¿En qué ha cambiado nuestro lamento el Señor?
En baile: “Se ponía como melancólico el sabio maestro, cuando estaba así solía decir: “Era como sordo a su voz de amor, aquella que sonaba en mi interior. Lo opacaba el dolor, el resentimiento y la auto conmiseración; hoy estoy agradecido con el Creador; agradecido incluso de ese dolor, de esa soledad, de estar fragmentado y en todos esos pedazos de mí: equivocado. Hoy comprendo que fue el Señor el que mi lamento en baile cambió” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Dios cambió en baile mi dolor”; 02-01-2019.

Cuando mi vida comenzó a girar en torno a otra persona, a aquella que mi vida salvó y rescató, entonces todo cambió. Mi egoísmo, mi egocentrismo desapareció; ahora para servirle a Dios era necesario servir a otros. Mi enfoque cambió; de mí mismo hacia Dios y hacia mi prójimo. Por ello, mi dolor, mi frustración, mi llanto, el luto de mi cilicio fue totalmente cambiado: baile, danza, alegría, cantos, alabanzas, servicio, amor, dar, bendecir, y emitir la palabra de Verdad. “Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.” Sal.30:11.

Padre, hoy puedo reflexionar y meditar en tu amor y tu gracia para conmigo. Y a Ti y mis hermanos te digo: Me siento sumamente contigo agradecido, porque mi lloro y mi queja, ha sido cambiado por cantos, alegría, danzas y poemas, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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