¿Qué desea Dios
que hagamos entre nosotros?
Que nos ayudemos
mutuamente: “El
maestro Gaudencio se encontró a Eustaquio en la calle, y le preguntó: “¿A dónde
vas muchacho, con esa pala y esa piocha, y con tanta determinación?” El joven
discípulo le contestó: “A casa de Aurelio, a ayudarle cavar un hueco. Él necesita
hacer un sumidero, por tanto ofrecí mi ayuda primero.”—le aclaró Eustaquio. El maestro
Gaudencio le dijo esto despacio: “Qué importante es que se ayuden por derecho, si
dos o más trabajan con Aurelio, ese hoyo pronto será hecho.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Ayuda
mutua entre el pueblo de Dios, eso quiere el Señor”; 16-06-2019.
Ahora
en Cristo, nuestra obligación es ayudar a otros. Debemos de proponernos no
pasar un solo día sin poder enviar ese brazo extendido de Dios al que lo
necesite. Consejo, oración, ministración, sanidad interior, liberación;
prédica, enseñanza; escritos, testimonios, servir, fortalecer, dar esperanzas,
compartir, etc. Dispuestos a ayudarnos los unos a los otros también. Así,
ganamos mucho más fácil esta guerra en el nombre de Jesús. “Y dijo: Si los sirios fueren más fuertes que yo, tú me ayudarás; y si
los amonitas fueren más fuertes que tú, yo te ayudaré.” 1Cr.19:12.
Padre,
permíteme ser un instrumento útil en tus
manos, de manera que seas Tú ayudando a otros por medio de mí. En el nombre de
Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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