¿Qué sucede con
las personas que nos ven servir?
Nos tienen en alta
estima pero no se atreven a unírsenos: “Orquídea servía y servía; a las personas
afectadas con mucho amor atendía: “Maestro, estamos aquí nuestro grupo en esta
comunidad sirviendo, y aunque los habitantes nos sonríen, no se atreven a unírsenos
e ir en pos de Jesucristo”—comentó la joven con ahínco. Su maestro, el sabio
Gaudencio esto le dijo: “Ha sucedido aún con los apóstoles de Jesucristo, haciendo
milagros y predicando, la gente los tenían muy en alto pero no se atrevían a
unirse a ellos para seguir predicando” Cuentos
del Reino; Daniel Aragón; “Simpatía pero no compromiso”; 04-07-2020.
El
compromiso llega a darse por niveles: algunos podrán ser simpatizantes, otros
llegarán a recibir a Jesucristo y a visitar regularmente una Iglesia. Habrá otros
que servirán en la Iglesia como diáconos, evangelistas, ujieres o bien
presidiendo, etc. Pero habemos otros, que seguiremos a Jesucristo sirviéndole
de por vida. Sin embargo, aún hay otros (poquísimos), que le siguen y le sirven
con todo su tiempo disponible. “pero
nadie más se atrevía a unirse a ellos, aunque toda la gente los tenía en alta
estima.” Hch.13:5 NTV.
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