Hermosa,
encantadora, llena de delicias: “Y si vas a escoger esposa, ¿cómo la
escogerías?”—fue la pregunta del sabio Gaudencio a Aureliano. Después de un
rato de quedarse pensando, respondió con entusiasmo: “Tendría que ser hermosa,
además encantadora. Bella como no hay dos, deslumbrante como una estrella. Que
me satisfagan sus caricias y que esté llena de delicias” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La Iglesia: Hermosa, encantadora y
llena de delicias”; 20-07-2020.
Lo
que un amante esposo, enamorado de su flamante esposa, quiere llegar a gritar,
es decirle a su esposa sin más: ¡Qué hermosa que estás! Y se atreve a
confesarle aún más: encantadora, llena de delicias te encuentro. Precioso poema
de amor, grito de plena satisfacción. Así es lo que el Espíritu revela sobre
Cristo y su Iglesia: “¡Qué hermosa eres!
¡Qué encantadora, mi amor, qué llena de delicias!” Cnt.7:6 NTV.
Padre,
prepáranos en tenerle a nuestro Señor ese olor fragante que son las obras de tu
Iglesia, que ese llamado de llevarte más hijos a tu lado; que es ese trabajo de
amor de reconciliar todas las cosas en Jesucristo. De tal manera que nos llenemos de delicias extremas para nuestro Rey;
en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.
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