¿Cómo es el huerto de la amada?

Oloroso: “Es lo que más me gusta en Güendolina; cuando pasamos problemas ella siempre está linda: confiada en mí, alegre y entusiasta. Parece que los problemas la fortalecen, no la espantan. Y aún durante esas circunstancias, nunca se niega para irse conmigo a la cama.”—le refirió Secundiano a su maestro con verdadero gozo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo con alborozo: “Una espléndida esposa tienes: en la crisis se fortalece con creces.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “En los momentos tormentosos, la Iglesia está con gozo”; 11-02-2024.

El Aquilón es un viento frío que sopla del norte. Llega con vientos fuertes y trae el invierno. El Austro es suave como una brisa, pero atrae el calor seco del desierto. Job 37:9, nos dice: “Del sur viene el torbellino, y del norte el frío…”. Las estaciones más deseadas son la primavera y el otoño, pero todos hemos de vivir el verano y el invierno. El Aquilón y el Austro representan pruebas, pero aquí la Iglesia parece afirmar que cuando estos vientos llegan, éstos, desprenden su aroma. Y aún en los momentos difíciles, es cuando más está dispuesta a orar e intimar con Dios. “Levántate, Aquilón, y ven, Austro; Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas.   Venga mi amado a su huerto, Y coma de su dulce fruta.” Cnt.4:16.

Padre, que en mis duros momentos y duras pruebas, el olor a Ti se desprenda en mí. Que huela a Ti y que jamás me olvide de refugiarme en tus brazos en comunión íntima contigo. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.