miércoles, 21 de febrero de 2024

¿Qué pasó cuando la esposa abrió la puerta?

Su esposo ya se había ido: “Fue grande mi conmoción, al abrir la puerta y no ver ahí a mi Señor. Gauterio, mi amado esposo ya no estaba. Él quería invitarme a recorrer con él la nocturna noche, y yo me negaba. Muchas excusas le daba. Al final, cuando abrí la puerta, no respondió a mi llamada.”—le contó Eustolia a su maestro, casi llorando. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo argumentando: “Te atrajo con cuerdas de amor, de esa manera saliste al hablar el Señor.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Dios te llama para que puedas salir fuera de tu cama”; 17-02-2024.

El esposo había llegado para invitar a la esposa a compartir con Él de la noche oscura, para recibir las gotas del rocío y la fresca lluvia. Pero la esposa le puso muchos pretextos, no quiso acompañarlo. Sin embargo, a la voz de su llamado, la esposa se sobresalta y lo va a buscar, pero ya no lo halla. Ahora está lista para salir. La Iglesia desde el comienzo tenía que extenderse por toda la tierra para hacer discípulos, pero se quedó en Jerusalén. Sólo el llamado, la voz del Señor, nos hace abrir esa puerta para buscarlo. “Abrí yo a mi amado; Pero mi amado se había ido, había ya pasado; Y tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no me respondió.” Cnt.5:6.

Padre, a tu llamado salí de mi parentela, de mi cómodo lugar de residencia, para cumplir con tus propósitos. Bendito eres mi amado Señor y Salvador, porque me hiciste venir. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

 

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