¿Por qué no
tememos ningún mal sobre nosotros?
Porque en Dios
está tranquila nuestra alma: “Cada uno en su propia vida ha pasado, en
microcosmos, por este mismo estado de incertidumbre espantosa. Sin soberbia
alguna… podemos decir que no tenemos miedo de cuál pueda ser el destino final
de este mundo, porque se nos ha posibilitado sentir y decir con seguridad,
"No temeremos ningún mal - hágase Tu voluntad, no la nuestra."” Bill Wilson; “El Lenguaje del Corazón”;
pág.269; “Este asunto del miedo”.
Cuando
estamos plenamente conscientes de que es Dios quien vela por nosotros, quien
nos cuida, nos protege y quien aparta todo mal sobre nosotros, entonces
aprendemos a descansar, aquietarnos, tranquilizarnos, en Él. Dios es nuestra
salvación, y no hay arma forjada contra nosotros, ni tampoco situación en la
cual no nos pueda sacar para nuestro bien. “En
Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación.” Sal.62:1.
Padre,
gracias te damos porque en Ti es quien confiamos plenamente, por tanto, hay descanso pleno, conciencia total que
eres Tú quien nos das esa salvación tan grande en todo, por Cristo nuestro
Señor. Amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón.
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