¿Quién me libertó?
Cristo, mi hizo
verdaderamente libre: “Un hombre que le quita la libertad a otro hombre es
prisionero del odio, está encerrado tras las rejas de los prejuicios y la
incapacidad de ver más allá... a los oprimidos y a los opresores se les priva
de su humanidad por igual.” Nelson
Mandela; “El largo camino hacia la libertad”; 1994.
Al
Señor no le importó mi condición de latinoamericano, de haber nacido en un país
tercermundista como Nicaragua, de pertenecer a la raza mestiza. Tampoco se fijó en mi condición social,
política, económica, ni en mi tipo de sexo, ni en mi nivel de escolaridad. Él se fijó en mi necesidad de libertad, de
ser libre de este mundo afectado, dañado y caído. De ser libre de las mentiras.
Me pregunto: ¿trato igual a los demás como me ha tratado el Señor? O hay en mí
fariseísmo que trata de poner obstáculos para que Cristo haga verdaderamente
libres a los hombres como lo hizo conmigo. “Así
que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” Jn.8:36.
Padre,
Tú eres el único que nos das verdadera libertad, libertad en tu justicia. Justicia que es diferentísima a lo que
nosotros reclamamos. Una justicia basada
en tu amor, que no importando mi condición me hizo libre. Que pueda tratar a
los demás como Tú lo hiciste conmigo, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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