¿A qué no debemos
de ser rebeldes?
A la visión
celestial: “El
carácter se desarrolla mediante la disciplina diaria de las obligaciones
cumplidas. Ser obediente a la visión celestial y seguir el camino recto. No
caer en el error de no hacer las cosas que deben hacerse. El hombre necesita
una vida de oración y meditación; pero, sin embargo, tiene que realizar su
labor en los agitados ambientes de la vida. El hombre agitado es juicioso cuando descansa
y espera pacientemente la orientación de Dios. Si se es obediente a la visión celestial, se
puede estar en paz.” Del libro Reflexiones
diarias Copyright © 1991, A.A.HIVOC. 🇨🇴
Tiene que ver con el llamado, con el
servicio, con la entrega sin interés por los demás. La visión celestial es
segura, amable, pura y santa. Al comienzo te enfrascas en algo determinado: un
comedor infantil, clubes bíblicos, canciones para niños. Luego puedo ser algo
que tiene que ver con el desarrollo de tu vocación: maestro cristiano,
constructor de viviendas, médico, etc. O bien, con tus dones: sanar enfermos,
atender a personas en el hospital, escribir mensajes, etc. Cualquiera que sea
el servicio que tú sientes que es de Dios para darte a otros, al obedecerlo y
trabajar en él, no sólo formará nuestro carácter, sino también que nos sentiremos
realizados y aprenderemos a conocer a Dios. “Por
lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,” Hch.26:19.
Padre,
gracias por ponerme en mi interior esa visión celestial de amor y servicio a
los demás. Gracias por las diversas y
variables tareas que me has puesto hacer a lo largo de mi caminar en tu visión
celestial. En ese camino he sido sanado
y he aprendido a conocerte mejor, En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario