¿Cómo se forma la
unidad entre nosotros?
No siendo altivos,
en humildad y no siendo sabios en nuestra opinión: “Aquellos temores
que subsistían, los podíamos reconocer por lo que eran y, con la gracia de
Dios, llegamos a ser capaces de encararlos. Empezamos a considerar cada
adversidad como una oportunidad que Dios nos había deparado para cultivar el
valor que nace de la humildad y no de la arrogancia. Y así podíamos aceptamos a
nosotros mismos, y aceptar nuestras circunstancias y a nuestros compañeros. Con
la gracia Dios, nos dimos cuenta de que incluso podríamos morir con dignidad y
decoro y fe, sabiendo que "El Padre es quien hace las obras."” Bill Wilson; “El Lenguaje del Corazón”;
pág.269; “Este asunto del miedo”.
El
rechazo hacia otras personas por sus creencias, su condición o su procedencia,
es no sólo una actitud de soberbia, sino también de ignorancia. Esto causa
temor. Cuando creemos realmente que
tengo un propósito de Dios con algún grupo u organización, entonces la humildad
y el no emitir juicios o conceptos sobre otros, producto de una
esquematización, ayudarán a fortalecer la unidad. ¿Estoy listo para aceptar y aprender
hoy de los demás? “Unánimes entre
vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en
vuestra propia opinión.” Rom.12:16.
Padre,
permíteme vestirme de tu humildad para aceptar, amar y aprender de las demás
personas, aunque ellas sean diferentes a mí.
Tú las has puesto delante de mí
con un propósito para mí y para ellas, permite que tenga la actitud para
cumplir el mismo, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel
Aragón. Feliz día en el Señor.
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