¿Qué perece con
nosotros?
Amor, odio, envidia, amargura, etc.: “Maestro, maestro, ¿se dio usted cuenta de semejante tragedia? Doña Eunomía murió hoy al medio día. Sí, sí, aquella señora difícil, odiosa y egoísta”—contó Eufrosina aun conmocionada por la terrible noticia. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo estas palabras con verdadera pericia: “Al final todo termina Eufrosina. ¿Ya ves? Con ella su odio, su amor, su envidia fenecieron de una vez. Nunca quiso liberarse de eso, ahora se fue con todo ello” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Celos, amor, odio, envidia todo se va con tu vida”; 23-10-2023.
Imagínate, todo lo que cargamos en emociones y sentimientos nos los llevamos. ¿Para qué? Todo el amor, la gracia, las obras de Dios, las bondades o lo que diste a los demás sólo en el récord de Jehová grabado quedará. Ya fallecido, nada de eso sigue para nosotros actuando. Ahora, si con odios, resentimientos, amarguras, dolor, quejas, malas obras nos vamos, todo eso tampoco sigue en el más allá. Pero escrito estarán en los libros de Jehová. Así que, ¿por qué mejor no deshacernos de ese lastre malvado aquí, en esta tierra; y, hay que hacerlo mientras aún podamos. “También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.” Ecl.9:6.
Padre,
sé que en cualquier momento me voy de este mundo. Con ello, nada de aquí me
llevo. Todas mis emociones, sentimientos ya no actuarán. Más todo lo que hice en Ti, desde que a Jesucristo recibí para perdón
de mis pecados, hasta las obras que Tú me has enviado a hacer, Tú en cuenta lo
tendrás. En tus manos estoy amado Dios y Señor. En el nombre de Jesús, amén. Tu
hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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