lunes, 2 de marzo de 2020

Porque él cuida de ustedes


¿Qué debemos de hacer con nuestras preocupaciones?
Ponérselas en las manos de Dios: “Eustorgia estaba conmocionada, se le notaba muy preocupada: “Sufro por Aureliano, no sé si en realidad me ama tanto”—dijo casi sollozando. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo meditativo: “Como una poción venenosa, vertida en nuestra mente, es la preocupación: es cochambrosa. Fluye por los canales intrínsecos de nuestros pensamientos, los destruye todos por completo hasta carcomerlos. No padezcas de preocupación para ello, pon tu preocupación en las manos de Dios” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Pon toda preocupación en las manos de Dios”; 01-03-2020.

La preocupación divide: a- Los sentimientos; por lo tanto las emociones carecen de estabilidad. b- La compresión: hace que las convicciones sean superficiales y variables. c- La percepción: hace que lo que percibimos sea fallido y hasta falso. d-La Capacidad de Juzgar: por tanto nuestras actitudes y decisiones con frecuencia son injustas, conduciendo a daños y pesares. De ahí que vivir preocupado conduce hacia la fatalidad, la preocupación es una variante del temor. Por eso Dios nos dice: “Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.” 1P-5:7 NTV.

Padre, pongo todas mis preocupaciones y ansiedades en tus manos, cuida de mí para que no me afecte ni enferme y mantén sanos mis sentimientos, emociones, compresión, convicciones, mis actitudes y mis decisiones en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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