No, Él nos eligió
a nosotros: “Eulogia
llegó sofocada, no podía aceptar lo que le pasaba: “Me siento sumamente
afectada, ¿por qué estas cosas sólo a mí me pasan? Mire, estoy aquí postrada
por el accidente que tuve la semana pasada. Luego las personas que en mi
trabajo a los clientes atienden: ¿cómo podré aceptarlas si ellas a mí no me
convienen? La verdad que ni a mí misma
me acepto, no me gusta ni como soy, ni como me siento” –dijo molesta la chica. Su
maestro el sabio Gaudencio, le dijo esto: “Es un problema de aceptación. ¿Sabes?
Dios a ti te eligió y te aseguro que cuando lo hizo, no le gustabas vos”. Cuentos del Reino; Daniel Aragón, “No elegimos
las circunstancias y personas”; 22-11-2018.
Tenemos
un problema de aceptación: Aceptar las circunstancias como ellas vienen,
aceptar a la gente tal como son y aceptarme yo tal como soy. No los aceptamos
porque en las circunstancias nosotros no fuimos los que elegimos o no tenemos
control de su reacción. Ni siquiera sobre nosotros mismos. Pero Dios nos ha
elegido a cada uno de nosotros, para que llevemos fruto, y éste permanezca en
nosotros. Cuando aceptamos las circunstancias, a las personas y a nosotros,
elegimos la paz, la tranquilidad y la confianza en Cristo. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os
he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que
todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” Jn.15:16.
Padre,
no te elegí yo, sino Tú a mí por medio de tu Hijo amado Jesucristo. Y me elegiste para tener fruto y uno de
ellos es la paz, la confianza y la seguridad. En Ti encuentro todo esto. En el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón.
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