¿Qué nos dice el
Señor acerca de la Palabra, la exhortación y la enseñanza?
Que reflexionemos
en ellas: “Aurelio
estaba absorto, parecía meditar profundo, la pregunta lo dejó como tonto: “¿En
qué meditas Aurelio, puedo saberlo?—preguntó su maestro. Esto lo sacó de su
meditación, por ello tardo su contestación: “Me preguntaba maestro, si desde
que recibí al Señor he tenido crecimiento. Y he llegado a la conclusión que
Dios me ha hecho mucho mejor todo este tiempo.
Esto lo he hecho al leer la Palabra de Dios”—dijo ya sin vacilación. “Enhorabuena—le
felicitó Gaudencio—reflexionar sobre la Palabra es para tu propio
aprovechamiento” Cuentos del Reino;
Daniel Aragón; “Esto es crecimiento: Meditar en la Palabra, en la exhortación y
la enseñanza”; 26-11-2019.
¿Cuándo
leo la Palabra de Dios siento que me habla el Señor para enseñarme algo nuevo?
¿O bien, leo un buen libro y en pensamientos, temas, o axiomas reflexivos ocupa
mi meditación? Me he podido liberar con Dios y su Palabra de verdad, de: mis
temores, malos sentimientos, complejos, vacío social, críticas, control de
todo, despilfarro, conflictos interiores, malos hábitos, aburrimiento,
religiosidad, falso perfeccionismo, procrastinación, celos, envidia, ambiciones
egoístas, adicciones dañinas, etc.? Pues reflexionando en estas cosas y
poniéndoselas al Señor será de aprovechamiento evidente en mi vida. “Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a
ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos.” 1Tim.4:15. (LBLA).
Padre,
permíteme estar siempre meditando y reflexionando
en tu Palabra, en escritos inspirados en Ti de otras personas, en la enseñanza,
en el amor, en el crecimiento, en Cristo Jesús y su perfecta actitud de
obedecer tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel
Aragón. Feliz día en el Señor.
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