¿Quién controla el
orgullo de las olas del mar?
Dios: “Me basto solo”—Dijo
Eulalio todo orgulloso. Sus amigos quisieron hacerle cambiar de opinión y mostrarle
un camino mejor. Pero en eso que entra el sabio Gaudencio y le pregunta serio: “¿Crees
que tú puedes hacer retroceder el ímpetu de las olas del embravecido mar?
¿Puedes acaso tus emociones por ti mismo controlar? ¿Serías capaz de hacer lo
bueno a quien te hizo mal? ¿Eres capaz de dar tu vida por amor a los demás? ¿Puedes
acaso tu vida de pecador por ti mismo salvar? Dime, si acaso respondes
sinceramente con un “sí” a dos de estas preguntas, puedes bastarte solo en esta
vida de penumbras” Cuentos del Reino;
Daniel Aragón; “No podemos solos, necesitamos a Dios y a muchos otros”; 17-11-2019.
Sólo
en Dios, y Dios manifestado en la fuerza de la comunidad podemos encontrar las
fuerzas para parar y detener el orgullo de las olas del mar. Sólo con Él y la
ayuda de los demás, podemos llegar a realizar su voluntad, sus propósitos y
extender su Reino de amor y justicia. Sólo en Él encontraremos el poder para
los vientos huracanados detener, para poder conquistar nuestro ser, para llegar
a hacer el bien, para no responder el mal con el mal. Sólo con Él podemos a
Jesucristo seguir e imitar su fe y su total obediencia para con el amor vencer.
“Y establecí sobre él mi decreto, le
puse puertas y cerrojo. Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, Y
ahí parará el orgullo de tus olas” Job.38:11.
Padre,
sólo Tú puedes controlar y hacer lo que para mí es imposible de realizar; sólo
con la ayuda de los demás podemos extender tu Reino de amor, justicia y paz. Que jamás crea que puedo solo, sino que
siempre tenga en mente contar contigo en todo y con mis demás hermanos para ver
en nosotros y los demás tus milagros. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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