¿Qué le pide la
Novia al esposo?
Que se apresure: “A Eucario le pedí con ahínco: Ven, ven rápido amado mío. Corre hacia mí como un cervatillo. Maréame con tu presencia y tus fragancias, que yo siento que eres como una imponente montaña. Así le supliqué a mi esposo con todo amor y gozo”—le contó Eunomía a su maestro, con versos llenos de preciosa poesía. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo sin alegorías: “Ágil y raudo llegará a ti tu esposo, él en realidad vendrá muy pronto.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El esposo viene muy pronto”; 04-04-2024.
El último verso de Cantares, es un llamado de la Iglesia (la esposa del Cordero), a Jesucristo para que Él venga por ella. Al igual que en los últimos versos de Apocalipsis en el capítulo 22: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: ven…” (17); y el Esposo dice: “Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (20). Esta es una petición para que venga raudo y veloz pues cuando Él venga, estaremos “sobre las montañas de los aromas”, pues su presencia en este mundo, perfumará todo. “Apresúrate, amado mío, Y sé semejante al corzo, o al cervatillo, Sobre las montañas de los aromas.” Cnt.8:14.
Padre,
me uno a ese coro que comenzó con el apóstol Juan, para decir: sí, ven Señor Jesús, porque ciertamente tu
presencia traerá alegría, gozo, paz y justicia. Padre, que venga pronto, veloz,
presuroso. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz
día en el Señor.
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