domingo, 29 de octubre de 2017

Anteponer primero los principios del Reino

¿Qué debemos de anteponer ante las personas?
Los principios del Reino: “Aurelio estaba entusiasmado, en las elecciones él tenía su voto asegurado“. Definitivamente voy a votar por Eulalio, y no por Eustaquio. Eulalio sólo quiere trabajar y trabajar; también llama a los pobres y viudas ayudar.  En cambio, Eulalio diversión nos quiere regalar y también hay que ver, de buena familia dicen que es. No es como Eustaquio, que aunque sincero no tiene dinero” Al oír esto, no se hizo esperar la contestación del sabio Gaudencio: “El caudillismo es un fenómeno clínico. No te dejes llevar por las vanidades, antes, antepone los principios a las personalidades. La Biblia muy bien lo menciona: NO debes hacer, acepción de personas” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Anteponer principios del Reino a personas con o sin dinero”; 28-10-2017.

Las personalidades no son aquellas que tienen dinero, poder, títulos, cargos e influencia; sino, aquellos que por el bienestar de los demás trabajan y velan.  El principio del Reino es que a todos tratemos bien, pero que sepamos escoger el principio del Rey: Servir y no ser servido, antes que elegir a cualquier caudillo.  “Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.  Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?”  Sgo.2:1-4.

Padre, gracias te damos porque nos pides que los principios del Reino siempre escojamos.  Ayúdanos a ver en las personas no su dinero, su conocimiento, su influencia o su poder; sino, su amor, su entrega; los valores del Reino que profesa.  En el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor.  

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