¿Cómo será quien
se goza y medita en la Palabra de Dios?
Como árbol
plantado junto a corrientes de agua: “Cuando el fuego pasa por la selva todos
corren: El hombre corre, las aves vuelan y hasta el león, que parece ser el más
fuerte, dominador y temido de la selva, también corre. El único que no corre es
el árbol. El fuego pregunta al árbol: - Ya todos corrieron. Y tú, ¿no va a
correr? El árbol responde: - Yo soy árbol plantado por Dios. Tú pasarás por mí,
quemarás mis frutos y mis hojas, pero dentro de algunos meses yo volveré a
florecer porque mi raíz no podrás quemarlo.”
“El árbol plantado por Dios”,
autor desconocido, enviado por pastor Antonio Navarrete.
“¿Te
corres a los problemas, que surgen al caminar y a los cuales tienes que enfrentar? ¿Seremos como los que quieren escapar del
fuego? ¿O estaremos como aquellos
árboles que no huyen porque saben que jamás el fuego afectará sus raíces y por
lo tanto, en Dios, vamos a retoñar, florecer y dar frutos al ciento por uno? Cuando en Dios confiamos y en su Palabra
meditamos, Él nos hace como esos árboles: “Será
como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y
su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Sal.1:3.
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