lunes, 23 de octubre de 2017

Mejor dejemos la ira al Señor

¿A quién hemos de dejar la justa ira?
A nuestro Dios y Señor: “Estoy muy molesto, indignado.  Justa ira tengo, ellos no son de mi agrado.  Y sé que Dios me ha de utilizar como instrumento, de mi sabrán qué cosa es el tormento”—Gritó a todo pulmón, enfurecido Eustaquio.  Gaudencio tan sólo le dijo: “No, no mi querido hermano.  Eso sólo es ira de humanos.  Si por ellos te sientes lastimados, te aseguro que tal sentimiento es equivocado.  Deja al Señor la ira santa, deja para Él el enojo justificado.  Definitivamente deja esa cólera a quien en realidad está calificado” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La justa ira del Señor”; 21-10-2017. 

Pensamos y creemos que nosotros tenemos el derecho para enojarnos de manera desmedida por aquellas razones que creemos convenientes.  Si vemos algo que nos parece injusto, entramos en cólera y queremos “justicia”.  Si nos ofenden, pensamos que esto es argumento suficiente para sentir esa ira desmedida, a la cual nosotros llamamos “santa” o “justificada”.  La verdad es que debemos de aprender a dejar ese tipo de furor al único que la merece tener: A nuestro Dios y Señor.  Debemos pues de aprender a no enojarnos, y si nos airarnos a no pecar, sin tratar de vengarnos.  Por algo dijo Robert Ingersoll que “La cólera es una ráfaga de viento que apaga la lámpara de la inteligencia” “Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.”  Nm.32:13.

Padre, debo de entender que sólo Tú eres capaz de sentir una ira justa y santa por cuando sólo Tú eres perfecto.  Ayúdame a controlar esa emoción de sentir ira, cólera o enojo por cualquier “buena razón”.  Para poder realizar lo correcto y no afectare más, en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor. 

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