¿Cuándo es
inefectiva la fe?
Cuando no tiene
obras: “Mi
propio despertar espiritual me dio una fe instantánea en Dios - una verdadera
dádiva. Pero yo no había sido ni humilde ni sabio. Al alardear de mi fe, olvidé
mis ideales. La soberbia y la irresponsabilidad los habían reemplazado. Al
apartarme así de mi propia luz, tenía poco que ofrecer a mis compañeros
alcohólicos. Por lo tanto, para ellos mi fe estaba muerta. Por fin, vi por qué
muchos de ellos se habían apartado - algunos para siempre.” Bill Wilson, “El Lenguaje del Corazón”;
pág.254.
La
fe se hace efectiva cuando se materializa, cuando construye los cimientos de
vida en mí y en otras personas. La fe es
lo que Dios ha realizado en nosotros y lo que hace en otros a través de
nosotros. Eso es obra. La obra es el resultado de la fe, es su
expresión material, es la edificación del amor mismo. Para que pueda construirse en otros,
necesitamos no sólo creer; sino también, vencer, perseverar, no desmayar. Además, morir a nuestro yo, a nuestro ego
para dar paso a la compresión, a la empatía, a tener la mente abierta y la
llave de una buena voluntad para con los demás: a estar dispuestos a amar al
prójimo como a ti mismo: “Así también la
fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
Sgo.2:17.
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