¿Cuál es la mejor
prédica?
La que va
acompañada con el ejemplo: “Michael E. Whidden, de Warnick,
Rhode Island, que es vendedor
distrital de la empresa Shell Oil, quería llegar a ser el vendedor número uno
de su distrito, pero había una estación de servicio que se retraía de sus
servicios. La administraba un hombre anciano, a quien era imposible motivarlo
para que se aseara y pusiera en condiciones la estación. Estaba en tal mal estado que las ventas
declinaban significativamente. Este administrador no quiso prestar oídos a
ninguna de las súplicas de Mike...Mike decidió invitarlo al anciano a visitar
la estación de servicio Shell más nueva del territorio. El hombre quedó tan impresionado...que
cuando Mike lo visitó la siguiente vez, la suya estaba limpia y pintada, y las
ventas habían vuelto a subir.” Dale
Carnegie; “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”; 1936; pág. 25.
Esto
nos enseña que para poder influir sobre los demás, y ver en ellos un cambio
transformacional, la mejor prédica que podemos hacer es a través del
ejemplo. No hay algo más poderoso que
esto, ni tampoco hay algo más difícil que esto.
Por eso, tuvo que ser Él quien nos pudiera enseñar esto de predicar con
el ejemplo: “Pues para esto fuisteis
llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para
que sigáis sus pisadas;” 1P.2:21.
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