miércoles, 11 de octubre de 2017

Enséñame a hacer tu voluntad

¿Qué debemos aprender de Dios?
A hacer su voluntad:“Aurelio contraargumentaba, hasta que al fin le dijo al que le predicaba: “Déjame en paz, de Dios no haré su voluntad”.  Eustaquio se fue a un lado sin saber qué hacer, en silencio.  Su mentor, el sabio Gaudencio, fue quien entonces le habló a Aurelio: “Si observamos una corriente de un impetuoso río, vemos que la riada se forma con borbotones de grandes masas de agua que viajan en una dirección determinada.  Imaginémonos tan sólo que somos, cada uno de nosotros una gota de agua de ese enorme torrente.  Y que, además, no queremos ir en la dirección en que viaja esa avenida por nada de esta vida.”

“Por lo tanto, pujamos y pujamos por salirnos de ese torrencial fluido, y lo único que logramos es frustrarnos porque al caer cansados, las demás gotas de agua nos vuelven a alinear en el lugar que viajábamos con la arroyada. Dios tiene sus propósitos para con nosotros, pero como siempre, queremos luchar contra la corriente.  Cuando nos dejamos llevar por su voluntad vamos chocando contra las piedras, vamos purificándonos, llevamos a otros esa agua pura, limpia y fresca.   Hay en nosotros propósito.”  “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.”  Sal.143:10.

Padre, enséñanos a hacer tu voluntad.  Que nos dejemos llevar por ese río hermoso de tu Santo Espíritu sin temor alguno, sabiendo que tu voluntad nos trae dicha, éxito y paz.  En el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario