¿A qué se deben
esos conflictos internos que nos causan recaídas pecaminosas?
A que en nuestro
ser no mora el bien, sino el pecado: “Se lo digo amado
consejero y amigo. Es que como oleadas
encrespadas viene esa vieja manera de pensar, es como una marejada. A veces con
tanta fuerza abrumadora, que termina arrastrándonos como cuando estás en la playa
y una ola fuerte te golpea y te llreva. Y luego uno se siente mal por dentro,
mi querido Gaudencio.”—le confesó Eustaquio a su consejero y maestro. “Así mismo es mi querido Eustaquio, es que en
nuestra carne no hay ningún bien, por eso el bien que quieres hacer no lo haces
y terminas haciendo el mal que luego no te satisface”. Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Pienso el bien y luego hago mal”;
06-12-2017.
“A
veces nos parece que hemos dejado que a nuestra mente lleguen a anidar los
cuervos, y es ahí que como torrentes eléctricos en nuestro cuerpo, nos llega la
tentación y palpita en nosotros. Adquiere vida.
Muchas veces, afectados emocionalmente corremos hacia lo que bien
sabemos, no queremos. Y fallamos. Pero hay
algo que nos resulta extraño, no nos sentimos bien con lo que nos emocionamos a
hacer. Hay algo en mí, que se llama
pecado. Habita en mí. Hay alguien en mí que se llama Espíritu
Santo, mora en mí. ¿Quién podrá con esta situación? Nadie, ninguno de
nosotros. sólo Dios. “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne,
no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque
no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.” Rom7:18-19.
Padre,
gracias te doy porque por medio de tu Santo Espíritu me siento mal, con lo mal
que cometí. Gracias porque Él me enseña
a vencer y aparta ese mal de mí. Pero gracias, muchísimas gracias a Ti y a
Jesucristo, porque por medio de Él somos diarios indultados pudiendo así poder
vencer al pecado que mora en mí. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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