¿Qué hace el
espíritu triste y el espíritu alegre?”
El primero seca
los huesos, el segundo es tremendo remedio: “Eulalio lloraba, triste se
quejaba: “No sé qué voy a hacer, Eulogia me dejó, se fue con un señor. Mira, yo la amaba, le di todo cuanto pude y
ve, ahora cómo me paga. Fui siempre un
marido ejemplar, le di todo lo que le pude dar, fui amable con ella, pero la
muy…”—cuando iba a decir una maldición, vino Gaudencio y lo calló. “No te quejes ni te conmiseres Eulalio, eso
es infantil. Bendice, agradece, el tiempo que con ella fuiste feliz. Si te
estás deprimiendo tus huesos serán corroídos.”. Cuentos del Reino, Daniel Aragón; “El espíritu contento es el mejor
remedio”; 29-12-2017.
Cuando
llegamos al Señor, poco a poco vamos conquistando en nosotros el miedo, la ira,
la culpa, la autocompasión o conmiseración, la depresión, la ansiedad, la duda,
la negligencia, la displicencia, la procrastinación, y otros similares; estos
son, las causas que hacen que tengamos un espíritu triste, contrito. Cuando vamos
reemplazándolos por la seguridad, la calma, el auto indulto, la aceptación, la
certeza, la diligencia, la fortaleza, aplicación, la disciplina, la autoestima, fe, presteza, y otros similares, entonces nuestro espíritu se vuelve
alegre. Esto constituye la mejor
medicina para la salud espiritual, física y mental. “El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca
los huesos. Proverbios 17:22”
Padre,
el sólo saber que soy tu hijo (a), que me has liberado de cadenas, que me has
dado salvación, perdón absoluto, que nunca me abandonas, que me has encomendado
una labor, me vas enseñando a conocerme y amarme, amar a los demás, y me has
dado una vida con propósito, es motivo de alegría a mi vida. Que
siempre estemos alegres, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel
Aragón. Feliz día en el Señor.
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