¿Si todos buscamos
algo, a quién hemos de buscar?

No hay paz
interna, es una búsqueda eterna. Encuentras religiones, filosofías, diversas
cosmovisiones en este mundo afectado. Pero
dentro, muy dentro de nosotros no se satisface.
Necesitamos encontrar un propósito, algo real, que sea verdad. Algo o
alguien que me pueda transformar, que me pueda enseñar, que me pueda
guiar. Que dé a mi vida un sentido y que
pueda abrir un camino hacia el amor y el servicio. Que me haga vencer el desierto donde estoy
metido. “Dios, Dios mío eres tú; De
madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra
seca y árida donde no hay aguas,” Sal.63:1.
Padre, mi alma te
ha buscado de manera inquieta e insatisfecha.
Lo hermoso es que Tú me has
encontrado y me has escogido para estar en tu Reino contigo. Anhelo conocerte
más y más, y sé que Tú, te mostrarás a mí por una eternidad. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario