Por las maravillas
del Señor: “Que
pueda ver este año que pasó como un buen año, durante el cual nada de lo que
dije o hice fue malgastado. Ninguna experiencia- por insignificante que
pareciera fue sin sentido. El dolor me dio la capacidad de sentir felicidad,
los malos tiempos me hicieron apreciar los buenos, las que creí mis debilidades
se volvieron mis mayores fortalezas. Agradezco a Dios por este año de
crecimiento.” A.A.HIVOC.🇨🇴; Reflexión No.2 del 31 de Diciembre.
No
se trata de las circunstancias vividas para que un año sea considerado muy
bueno por nosotros. El asunto es qué adquirimos y qué aprendimos de ellas. Quizás
tuve muchas experiencias difíciles: Se me quebró el motor de mi auto quedando
casi inservible, esperé todo el año por una promesa de Dios de tener mi salario
que fue casi cortado hace casi tres años y no se cumplió aún, de pronto fuego
me prendió el motor de una nueva camioneta, me afecté de salud con dengue, mi
rodilla me dio problemas de desgaste y dolor agudo. No importa, adquirí paz,
más fe, apoyo y amor familiar y pude vencer cada una de ellas. Realmente recibí mucho del Señor. Fue un año de crecimiento y victorias. “Te alabaré, oh Jehová, con todo mi
corazón; Contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré
a tu nombre, oh Altísimo.” Sal.9:1-2.
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