¿A qué nos envía
el Señor?

Usar
misericordia es tener un corazón dispuesto y solidario para atender las
necesidades de los demás. Es sentir compasión por los que sufren cualquier tipo
de injusticas, o bien que está afectado y atado por nuestro enemigo. Usar misericordia es disponerse en amor para
ayudar a aquellos que están en desgracias aún por ellos mismos, o cuando su
condición espiritual no merezca ningún favor.
La misericordia puede manifestarse de diversas formas, sea por medios
materiales como dar albergue, dar de comer, dar de beber, vestir al que no
tiene, entre otros; y, por medios espirituales por ejemplo enseñar, dar buenos
consejos, consolar al que este triste, rogar a Dios por su bienestar, etc. “¿Quién, pues, de estos tres te parece que
fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de
misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.”
Lc.10:36-37.
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