¿Está dispuesto mi
espíritu a vencer la tentación?
Sí, pero la carne
es débil: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se
debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que
dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.” Hch.20:35.
Todos somos
tentados y esta tentación es causada por el mortal enemigo que tenemos: Satanás.
Así que la tentación es poderosa. Lo primero
que tenemos que hacer es identificarla y reconocer que eso nos está afectando. Esto es velar. No le demos una clasificación de que sí te
afecta o no. La tentación a todos nos
afecta. Como es poderosa, necesitamos de alguien Todopoderoso, que nos pueda
quitar esa obsesión de la cual somos víctimas. Y por eso, cuando humildemente
le ponemos a Dios, con sinceridad, nuestro problema en oración, muy
posiblemente Él nos aparte la misma. “Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” Mt.26:41.
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