domingo, 2 de febrero de 2020

Tu consuelo llenaba mi alma de alegría.

¿En quién se encuentra la solución de mi problema?
En el consuelo y presencia de Dios en mí: “Esta situación me tiene desesperada, realmente estoy angustiada”—gritó la Eulalia. Su maestro el Sabio Gaudencio la consoló con estas palabras: “El rey David tenía un verso maravilloso: Él reconocía que la angustia lo tomaba y en el crecía. Y cuando esto sucedía a Dios Todopoderoso iba. Y en la presencia del Altísimo su alma era llena de alegría” Cuentos el Reino; Daniel Aragón; “Si en angustia estuviera, tu consuelo haría que mi alma riera”; 01-02-2020.

Tenemos que aprender que cuando nos encontramos con problemas que nosotros no podemos solucionarlos, cuando hay alguna situación que se encuentra fuera de nuestro control, totalmente alejada de nuestras manos; pongámosela y entreguémosla al Señor. Vamos a experimentar y ser testigos de cómo Dios nos da una certera solución. Vienen de pronto, en pensamientos, o se muestran enfrente de nosotros a través de otros. Oímos algo en la radio o televisión, nos vino por cualquier red social, o escuchamos a alguien de ello hablar.  Cuando eso sucede, experimentamos gozo y alegría porque sabemos que ahí está la solución. “Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.” Sal.94:19 NVI.

Padre, Tú me has guiado en la solución de múltiples problemas y me has dado muchísimas respuestas perfectas, certeras, con salidas que jamás podíamos encontrarlas por nuestra cuenta. Te doy gracias Padre en Cristo Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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