¿Qué soledad debemos de evitar?
Aquella en que estamos así por haber sido dañados: “Prefiero estar a solas, en ella me siento a gusto—confesó Eustorgia a su maestro—porque de esa manera evito que me pregunten cosas”—se expresó sinceramente. El sabio Gaudencio le dijo esto vehementemente: “Es bueno que estés sola, si en ella buscas a Dios o bien, si en tu actuar reflexionas. Más si es por miedo a que te dañen, te afectará en tus relaciones interpersonales. Con Dios debes de aprender a no temer si te lastima alguien” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “En Soledad por temor al mal que me harán”; 10-02-2020.
Puede ser porque hemos vivido experiencias intensas de rechazo, que hayamos sido lastimados por no saber algo, porque de nuestro actuar se burlaron, o porque nuestra situación social sea peor que el desamparo. La soledad puedes experimentarla y anhelarla cuando tienes un pasado doloroso, hayas sido abandonado (a), o bien, sí sufriste de intensa indagación por algo malo que hiciste. Antrofobia, desarrollas. Es el miedo silencioso a las personas porque temes ser dañado (a), “Vuélvete a mí y ten misericordia de mí, porque estoy solo y profundamente angustiado. Mis problemas van de mal en peor, ¡oh, líbrame de todos ellos!
Padre, que jamás me encuentre solo porque esté angustiado o porque mis problemas vayan de mal en peor porque temo ser por las personas dañado. Que mi soledad sea para buscarte y poder autoanalizarme o para reflexionar en tu andar; en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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