viernes, 30 de marzo de 2018

Debo de proveer siempre a mi hogar


¿Cómo es quien no provee para su hogar?
Un infiel, peor que un incrédulo: “Ahora pasemos a considerar otro aspecto de la cuestión de la honradez. Es muy posible que aprovechemos la pretendida falta de honradez de otra gente, utilizándola como una excusa plausible para no cumplir con nuestras propias obligaciones. Recuerdo haberlo hecho yo en una época. Algunos amigos fuertemente predispuestos contra el asunto me habían exhortado a que no volviera jamás a trabajar en Wall Street. Estaban convencidos de que el desenfrenado materialismo y duplicidad del distrito financiero obstaculizarían mi desarrollo espiritual. Ya que me sonaba tan noble su exhortación, me mantenía alejado del único trabajo que yo conocía.” Bill Wilson; “El Lenguaje del Corazón”; pág.262.

No podemos pretender excusarnos de proveer para nuestro hogar por no ejecutar un trabajo bajo la excusa de que es muy material (por supuesto, un trabajo honrado), y que no podremos avanzar de forma espiritual.  Cuando llevamos a nuestro hogar el pan diario, la provisión, y llenamos la despensa para nuestra familia, eso es algo muy espiritual.  Es de hecho un mandamiento del Señor. “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”  1Tim.5:8

Padre, que pueda comprender siempre la importancia de trabajar noblemente para proveer a los míos. Que no me excuse bajo la pereza y la negligencia dizque porque ese trabajo me puede afectar mi vida “espiritual”.  Que pueda siempre trabajar y proveer a los míos en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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