¿Cómo
es quien no provee para su hogar?
Un
infiel, peor que un incrédulo: “Ahora pasemos a considerar otro aspecto
de la cuestión de la honradez. Es muy posible que aprovechemos la pretendida
falta de honradez de otra gente, utilizándola como una excusa plausible para no
cumplir con nuestras propias obligaciones. Recuerdo haberlo hecho yo en una
época. Algunos amigos fuertemente predispuestos contra el asunto me habían
exhortado a que no volviera jamás a trabajar en Wall Street. Estaban
convencidos de que el desenfrenado materialismo y duplicidad del distrito
financiero obstaculizarían mi desarrollo espiritual. Ya que me sonaba tan noble
su exhortación, me mantenía alejado del único trabajo que yo conocía.” Bill Wilson; “El Lenguaje del Corazón”;
pág.262.
No podemos pretender excusarnos de proveer
para nuestro hogar por no ejecutar un trabajo bajo la excusa de que es muy
material (por supuesto, un trabajo honrado), y que no podremos avanzar de forma
espiritual. Cuando llevamos a nuestro
hogar el pan diario, la provisión, y llenamos la despensa para nuestra familia,
eso es algo muy espiritual. Es de hecho
un mandamiento del Señor. “porque si
alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la
fe, y es peor que un incrédulo.”
1Tim.5:8
Padre, que pueda comprender siempre la
importancia de trabajar noblemente para proveer a los míos. Que no me excuse
bajo la pereza y la negligencia dizque porque ese trabajo me puede afectar mi
vida “espiritual”. Que pueda siempre trabajar y proveer a los míos en el nombre de Jesús,
amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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