miércoles, 28 de marzo de 2018

Juzgando con falsa rectitud


¿Qué nos recrimina el Señor?
El juzgar y ver la paja en el ojo ajeno: “Armados de esta falsa justificación, convencidos de nuestra rectitud, nos lanzamos al ataque. Puede ser cierto que haya una auténtica necesidad de remediar una situación perjudicial. Puede ser cierto que tengamos que valernos de algunos hechos desagradables. Pero lo decisivo del asunto será cómo nos comportemos. Es imperativo que estemos seguros de no contarnos entre aquellos que ven la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio. Por lo tanto, es conveniente hacernos las siguientes preguntas: "¿Tenemos una clara comprensión de la gente involucrada en esta situación? ¿Estarnos seguros de habernos enterado de todos los hechos? ¿Es realmente necesaria alguna crítica o intervención por nuestra parte? ¿Podemos decir con toda seguridad que no estamos asustados o airados?" Únicamente después de someternos a un examen así, podemos confiar en que estemos actuando con el cuidadoso criterio y con el espíritu de amor que siempre serán necesarios para mantener nuestra propia integridad.” Bill Wilson; “El Lenguaje del Corazón”; pág.262.

Qué importante es hacernos esas cuatro preguntas que nos sugiere Bill Wilson; ¿Tengo una clara compresión de la gente involucrada, tengo todos los hechos comprobados, es realmente necesaria mi intervención, no estoy asustado ni enojado?; porque nuestra hipocresía al querer calificar a otros basados en una pseuda rectitud nuestra, nos hace juzgar, señalar y atacar. Es fácil además ver las afectaciones en otras personas de la caída; pero no es fácil ver las mías. Lo difícil es ver lo que Dios hace (y puede hacer) en las personas transformándolas. “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” Mt.7:3.

Padre, que mi rectitud esté basada en amar a los demás y no desearles daño, ni juzgarles, ni señalarles; sino, por el contario, en querer ayudarles, apoyarles, edificarles y fortalecerles. Que la hipocresía sea eliminada en mi vida y siempre tome en cuenta que Tú eres quien juzgas y quien redimes. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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