Mi
alma:“Antes de los treinta habré acumulado mi
primer millón de dólares, tendré empresas, propiedades, y trabajadores a
montones. Seré reconocido por todos, pues mi rostro saldrá en las principales
revistas sociales, siempre llamaré la atención de algún modo”—expresó con
alegría el joven Aurelio. Gaudencio su maestro, le replicó: “No pongas primero
la carreta antes de los caballos. Ten
calma: Si quieres tener verdadero éxito debes de interesarte primero en
prosperar tu alma. Debemos todos entender: No se trata de dinero, propiedades o
fama llegar a obtener. El verdadero
éxito está en servir, en saber amar, conseguir la paz, la sobriedad emocional” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La
prosperidad de tu alma”; 10-03-2018.
La ahora, no tan
nueva, ola del Evangelio de la Prosperidad está empecinado en hacernos, creer a
nosotros los cristianos, que la verdadera relación con Dios debe de expresarse
en una acomodada situación económica. En otras palabras, la ecuación está
presentada así: Alto nivel económico, igual a alta relación con Dios. Eso no es
verdad, no podemos estar empecinados con Dios en requerimientos de seguridad
económica, riqueza, prestigio personal y poder. Eso le pertenece al mundo. Nosotros perseguimos la excelencia del
conocimiento de Dios, el amar a Dios, a nosotros y al prójimo; el servir a los
demás, la sabiduría, la inteligencia, las ciencias, la paz interior y la paz de
los demás, la misericordia, la bondad, el gozo, la fe, la gracia y la verdad. Esto
es primero y de mucho más valor, junto a esto la salud integral, y después la
prosperidad relacional, intelectual, económica. “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas
salud, así como prospera tu alma.” 3Jn:2.
Padre, que sea prosperado en mi alma y
tenga salud; que esa prosperidad de mi
alma esté basada en la relación íntima contigo, de manera que pueda crecer y
prosperar en todo lo demás para tu gloria.
En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario