Esos
pecados o defectos subyacentes:“Hoy nuestras “hojas de higuera” pueden
fabricarse a través de una “soberbia rectitud” que nos puede hacer pensar que
somos “buena gente”. O bien, podemos elegir la práctica de un buen principio o
valor, que nos sirve para “taparnos”. El mal se llama autoengaño. Inconscientemente
lo creamos. Es la careta social, los psicólogos lo llaman “personalidad”, es
como el mundo nos conoce, no como realmente somos. Cuando nos “tapamos” con el
uso de una buena virtud, nos sentimos con “el valor moral” de poder criticar,
juzgar y destruir a otros que no practiquen nuestro valor. La “soberbia
rectitud moral”, puede servirnos de “tapete” de defectos como: envidia, arrogancia,
miedo, displicencia, procrastinación, chisme, mentira, etc. Normalmente lo
hacemos cuando nos han descubierto desnudos, porque hemos fallado totalmente—disertó
Gaudencio en una de sus clases” Cuentos
del Reino, Daniel Aragón; “Autoengaño: un delantal con el que nos queremos
tapar”; 09-03-2018.
“Además, el engaño
a otros casi siempre tiene sus raíces en el engaño de nosotros mismos”, nos
dice Bill Wilson en su libro, “El Lenguaje del Corazón” (pág.260-261). Muchas veces las buenas palabras, unidas a
una buena actitud, no reflejan lo que realmente somos internamente. Por ello,
necesitamos realizarnos una honesta retro, y profunda introspección. Que no nos
cause miedo realizar esto, así sabremos que, aunque queramos taparnos con
nuestras hojas de higuera, siempre estaremos desnudos delante de Dios, los
hombres y nosotros mismos. “Entonces
fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces
cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” Gén.3:7.
No hay comentarios:
Publicar un comentario