Escuchar
el consejo y recibir la corrección: “Me recriminó mi padre, claramente me lo
indicó: “debes de dejar de salir con Eulalio, si no deseas afectarte vos.
¿Quieres terminar tus estudios?, deja la vida compulsiva y necia; regresa a
estudiar a tu escuela”—así le habló Eustaquio a su maestro Gaudencio. Y éste le
indicó: “Como consejero te diré como siempre, que tú tienes en tu poder la
decisión final de la aplicación o no, de este consejo que te voy a dar. En primer
lugar, escucha el consejo de tu padre, analízalo. Ve todas sus partes. Llega a una conclusión. Si
ésta es que tiene razón, pues acepta la corrección. ¿Quieres ser sabio en tus
futuros consejos y opinión? Acepta mi consejo y ponlo en acción.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón, “Analizar,
meditar y aceptar el consejo que te van a dar”; 11-03-2018.
Todos recibimos órdenes y disposiciones.
Muchas veces nuestro orgullo, autoengaño o vanidad, se resiste a
acatarlas. O bien, nos encontramos en
una situación que está bien afectada. De
ahí que todos en algún momento necesitamos de un consejo. Un verdadero consejero, siempre va a dejarnos
la libertad de tomar la decisión final, además de ser estrictamente
confidencial. Nos ayudará a eliminar el miedo, la comodidad y el autoengaño.
Posiblemente nos sacudirá el ego. Pero, si tenemos delante un buen consejo,
recibámoslo y pongámoslo en práctica. Posiblemente
llegaremos a ser sabios y viejos. “Escucha
el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez” Pr.19:20.
No hay comentarios:
Publicar un comentario