Un inventario
moral: “Es
que era como si la vida nos pasara por encima. Simplemente hacía las cosas y lo
importante era sentirme en la cima. Si había consecuencias negativas o no, no
me importaba, simplemente las ejecutaba. ¿Te imaginas? No sé cuántas cosas irreprochables
hice, consciente o inconsciente. Pienso que por eso yo no me amaba”—confesó de corazón
Eutaquio, a su maestro Gaudencio. Él sabio le aconsejó al momento: “Eso que
sientes, de Dios te viene. Debes de pedirle al Señor que te ayude en realizar
un inventario interior. Y tienes razón: para poderte amar, debes de conocer
cómo estás. Qué defectos y pecados tienes, pedirle a Dios que te ayude a
eliminarlos, pedirle perdón a Él y a quienes cometiste transgresión. Descansar y
en ti aceptarlos, hasta que Dios te ayude a quitarlos” Cuentos del Reino; Daniel Aragón, “El examen interior”; 06-03-2018.
Una vida sin Dios
es atroz. Pero esto no significa que una vida en Dios nos impida realizar cosas
que a Él no le agradan. ¿Cómo realmente soy? ¿Qué pecados, iniquidades y
defectos tengo? ¿Realmente los aborrezco? Al examinarme internamente, con la
ayuda de Dios y usando algún programa que me permita revisar mi yo interior,
puedo darme cuenta cuál ha sido mi transgresión. Comprender los esquemas de mis
creencias, mis ideas, mis sentimientos, mis emociones, mis actitudes, mis comportamientos.
Esto es saber cómo me ha afectado el pecado, y en qué debo pedir perdón y ayuda
a Dios. “¿Cuántas iniquidades y pecados
tengo yo? Hazme entender mi transgresión y mi pecado.” Job.13:28.
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