sábado, 29 de septiembre de 2018

Tenemos que habitar bajo su abrigo


¿Qué debo de hacer para vivir bajo la protección de Dios?
Habitar bajo su abrigo: “¿Y cómo hace usted para vivir tan tranquilo y confiado, para no vivir alarmado ni tampoco amargado?—fue la pregunta del joven Eustaquio. El maestro Gaudencio le contestó así al muchacho: “Fácil me es Eustaquio, yo vivo en pleno descanso. Cada día me pongo en Dios y sus manos. Pongo mi vida y mi voluntad a su cuidado. Le pido que como niño me cargue en sus brazos, que en su pecho me cuide, que su ternura me envuelva y el candor de su amor me abrigue. Y todo el día me cuida y su Santo Espíritu me guía” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Habita bajo su abrigo, mora bajo su sombra”; 28-09-2018.

Por la relación con mi padre, vivía desde que nací bajo su abrigo; esto es bajo su provisión, protección, cuido, atención, distracción y mimos. Cada paso que daba, estaba vigilado y monitoreado por mi padre. Es lo mismo, pero mucho más efectivo; tenemos una relación íntima con nuestro Padre Celestial, habitamos bajo su abrigo, entonces vivimos bajo su amor, cuido y mimos. Tan sólo es ponerte en sus brazos, pedirle que te cargue y que su amor se una con tu amor hacia Él para vivir confiadamente en Él. “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.” Sal.91:1.

Padre, envuélveme en tu presencia, cárgame en tu brazos y escóndeme bajo tu amor porque ahí quiero estar en Ti mi Dios, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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