¿Qué debo de hacer
para vivir bajo la protección de Dios?
Habitar bajo su
abrigo: “¿Y
cómo hace usted para vivir tan tranquilo y confiado, para no vivir alarmado ni
tampoco amargado?—fue la pregunta del joven Eustaquio. El maestro Gaudencio le
contestó así al muchacho: “Fácil me es Eustaquio, yo vivo en pleno descanso. Cada
día me pongo en Dios y sus manos. Pongo mi vida y mi voluntad a su cuidado. Le
pido que como niño me cargue en sus brazos, que en su pecho me cuide, que su
ternura me envuelva y el candor de su amor me abrigue. Y todo el día me cuida y
su Santo Espíritu me guía” Cuentos del
Reino; Daniel Aragón; “Habita bajo su abrigo, mora bajo su sombra”; 28-09-2018.
Por
la relación con mi padre, vivía desde que nací bajo su abrigo; esto es bajo su
provisión, protección, cuido, atención, distracción y mimos. Cada paso que
daba, estaba vigilado y monitoreado por mi padre. Es lo mismo, pero mucho más
efectivo; tenemos una relación íntima con nuestro Padre Celestial, habitamos
bajo su abrigo, entonces vivimos bajo su amor, cuido y mimos. Tan sólo es
ponerte en sus brazos, pedirle que te cargue y que su amor se una con tu amor
hacia Él para vivir confiadamente en Él. “El
que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.”
Sal.91:1.
Padre, envuélveme
en tu presencia, cárgame en tu brazos y escóndeme bajo tu amor porque ahí
quiero estar en Ti mi Dios, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo
Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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