En la misericordia
y consolaciones de nuestro Padre Celestial: “Y siguió refiriendo contento el
maestro Gaudencio. “La felicidad la encontramos en el mismo seno de nuestro
Padre Celestial. En la relación íntima con Él día a día. Cuando puedes recostar
tu cabeza en sus hombros, abrazarlo y adorarlo. La felicidad pues, es una búsqueda
continua de Él. Es otorgada en nuestra comunión diaria, y está condicionada a
nuestro estado espiritual y a su labor práctica, la que llamamos espiritualidad.
Sin esa intimidad con tu Creador, no puede haber en nosotros amor y menos,
poder servir a los demás; sin esa intimidad no hay felicidad” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Felicidad
es estar con Dios en intimidad”; 08-09-2018.
La
plena comunión con Dios nos trae la paz y la alegría en nuestro corazón. La razón
de esto es porque somos objetos de su diaria misericordia y de sus
consolaciones. Nuestra vida diaria agitada y afectada, trae consigo cansancios,
enojos, fallas, etc. Cuando estamos en la intimidad con Dios, su misericordia y
consolaciones alegran nuestra alma. Entonces estamos listos para amar y servir.
La alegría, el gozo, el optimismo, la diligencia, para ayudar a los demás, nos
traerá esa deseada felicidad. “Cuando yo
decía: Mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la
multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.”
Sal.94:18-19.
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